Esta es una referencia que integra lo que expresan programas y visiones de las agrupaciones y partidos de la Alianza UNIDAD, para enriquecer el discurso de candidatos, portavoces y dirigentes. No es un documento oficial.
La historia boliviana ha estado marcada por una tensión constante entre la unidad nacional y la diversidad social, étnica y cultural. La República de Bolivia, nacida en 1825, representó un proyecto de construcción nacional basado en la centralidad del Estado, la noción de ciudadanía universal y la idea de progreso ligada a la institucionalidad liberal. A pesar de sus debilidades —como la dependencia del extractivismo y las exclusiones sociales—, logró consolidar una identidad común, forjar un aparato institucional mínimo y demostrar que la democracia, aún en medio de crisis, era posible. De hecho, el período 1982–2012 se destaca como una etapa ejemplar de alternancia democrática y pluralismo político.
En contraste, el Estado Plurinacional, instaurado constitucionalmente en 2009, nació como respuesta a una demanda legítima de inclusión de los pueblos indígenas, pero degeneró en un modelo etnonacionalista con rasgos autoritarios. Se lo asocia a la corrupción, la destrucción institucional, el abuso del poder y la polarización ideológica. Si bien formalmente reconoce la diversidad, su implementación ha debilitado valores esenciales de la República como la separación de poderes, la rendición de cuentas, la independencia judicial y la libertad de expresión. La "refundación constante" como parte de la cultura y la tradición política del país ha impedido la maduración del sistema político y ha dejado al país sin un horizonte común.
II. LA PROPUESTA
1. Hacia una síntesis constitucional que armonice República y plurinacionalidad.
Proponemos no la eliminación del concepto de Estado Plurinacional, sino su reformulación democrática y republicanización. Es decir, reconocer la riqueza de la diversidad cultural e identitaria sin sacrificar los pilares del Estado de Derecho, el pluralismo y la meritocracia. Esta síntesis requiere un nuevo pacto que recoja lo mejor de ambos períodos: la conciencia nacional republicana forjada a lo largo de la historia boliviana, fundamentalmente los últimos 80 años, y el principio de inclusión del Estado Plurinacional, corrigiendo sus desviaciones autoritarias.
2. Reafirmar los valores republicanos, mediante valores no sean antitéticos a la plurinacionalidad bien entendida. Por el contrario, que sean el marco necesario para que esta funcione con equilibrio y justicia.
El republicanismo boliviano debe ser reafirmado como la base ética y política del futuro, y esto implica:
- Separación real de poderes, evitando el sometimiento del Órgano Judicial al Ejecutivo.
- Mérito, transparencia y rendición de cuentas en la administración pública.
- Libertades cívicas plenas, incluyendo prensa libre, derecho a la protesta pacífica y libertad de asociación.
- Una ciudadanía activa, no subordinada a estructuras corporativas o prebendales.
3. El Bicentenario como punto de convergencia simbólica y política
El año del Bicentenario de la República en 2025 debe convertirse en una oportunidad para reconfigurar el sentido de Unidad Nacional, dado que este año, seguramente, se producirá un esperado cambio de gobierno, régimen y modelo de desarrollo. El objetivo no es volver a un pasado idealizado, sino recomponer el tejido institucional y social del país a partir de una historia compartida. El futuro de Bolivia puede y debe ser una convergencia republicana-plurinacional: una democracia robusta, inclusiva, descentralizada y moderna, fundada en la libertad y el pluralismo.
III. CIEN DÍAS, CARAJO
Los primeros cien días de gobierno:
Convocar a una Cumbre Nacional por la Reconciliación y la Reforma Constitucional, con la participación de los sectores sociales, políticos, académicos y regionales del país. Esta cumbre tendrá como objetivos:
- Iniciar un proceso de diálogo sobre una reforma profunda que armonice la República y el Estado Plurinacional.
- Establecer un acuerdo mínimo sobre los principios republicanos innegociables: independencia de poderes, justicia imparcial, derechos civiles y políticos, y descentralización autonómica.
- Proponer una hoja de ruta de reforma orientada a alcanzar estos objetivos en el lapso de un quinquenio.