lunes, 30 de junio de 2025

EL BENI

Esta es una referencia que integra lo que expresan programas y visiones de las agrupaciones y partidos de la Alianza UNIDAD, para enriquecer el discurso de candidatos, portavoces y dirigentes. No es un documento oficial.

SUPERAR EL ABANDONO
LIBERAR SU POTENCIAL


I. CONTEXTO

El departamento del Beni ha sido históricamente uno de los más marginados por el centralismo estatal, a pesar de su inmenso valor geoestratégico, biodiverso y productivo. Enclavado en el corazón amazónico, con una riqueza natural extraordinaria y un potencial agropecuario y turístico aún subexplotado, Beni continúa atrapado en la pobreza estructural: el 44% de su población vive en pobreza y el 16% en extrema pobreza. La falta de conectividad vial, el abandono institucional y la débil presencia del Estado han sido factores persistentes de exclusión.

Las brechas en infraestructura y servicios básicos, como electricidad, saneamiento y acceso digital, se agravan por una vulnerabilidad ambiental extrema —inundaciones recurrentes, incendios forestales y deforestación— y una institucionalidad capturada por la corrupción y el clientelismo. El modelo económico extractivista y centralista, agotado y desacreditado, ha tratado a Beni como una periferia subordinada, impidiendo que los benianos gestionen su propio destino. Hoy, más que nunca, se requiere una propuesta audaz, que combine descentralización efectiva, justicia territorial y empoderamiento productivo local.

 


II. PROPUESTA

Infraestructura para la integración territorial y digital

  • Carreteras estratégicas: Priorizar la construcción y conclusión de la vía Cochabamba–Beni y la carretera Trinidad–Guayaramerín, con plena protección ambiental del TIPNIS y consultas previas. Culminar el puente sobre el río Mamoré y articular el corredor logístico Oeste-Norte para integrar Beni con Pando y el resto del país.
  • Energía y protección contra inundaciones: Conectar a Beni al Sistema Interconectado Nacional y construir los cuatro deflectores hidráulicos prometidos para Trinidad. Impulsar proyectos hidroeléctricos sostenibles en la cuenca del Mamoré.
  • Conectividad digital: Expandir la red de fibra óptica y acceso a Internet en zonas urbanas e intermedias, garantizando inclusión tecnológica educativa, productiva y gubernamental.

Autonomía económica y desarrollo productivo sostenible

  • Cogestión de recursos: Establecer Consejos Departamentales de Desarrollo con participación estatal, departamental y municipal para planificar y ejecutar obras y proyectos, y para cogestionar los recursos naturales y presupuestarios del departamento. Distribuir el 50% de nuevos ingresos por recursos naturales a las regiones.
  • Sector forestal y agroindustrial: Crear zonas francas de manufactura forestal en Riberalta y Guayaramerín para muebles, papel y productos derivados. Controlar el contrabando de madera y castaña, y facilitar su exportación aérea desde la región mediante BoA.
  • Emprendimiento y turismo: Implementar un ecosistema emprendedor con incentivos fiscales, incubadoras de empresas y formación técnica. Posicionar al Beni como eje del ecoturismo amazónico, con formación intensiva en hotelería, gastronomía y guías turísticos certificados.

Educación y capacidades para el siglo XXI

  • Educación de calidad y conectada: Dotar de infraestructura funcional, docentes preparados y materiales pedagógicos a escuelas rurales e indígenas. Promover el aprendizaje del inglés técnico, programación, IA y habilidades digitales desde primaria.
  • Formación técnica regionalizada: Crear institutos tecnológicos públicos en Riberalta, Trinidad y San Borja vinculados al perfil productivo local: agroindustria, servicios turísticos, logística y gestión forestal.
  • Evaluación educativa y equidad: Implementar un sistema de evaluación permanente de aprendizajes y reactivar los consejos educativos departamentales.

Instituciones limpias, transparentes y al servicio del Beni

  • Reforma del INRA: Refundarlo para garantizar procesos de saneamiento y distribución de tierras con transparencia, meritocracia y cogestión entre el gobierno central y la Gobernación.
  • Gobierno digital y abierto: Despapelizar la administración pública departamental y municipal mediante plataformas digitales interoperables, con participación ciudadana en línea.
  • Lucha frontal contra la corrupción: Promover auditorías integrales en YPFB, ENDE, ABC y el SERNAP, y aprobar una ley de recuperación de bienes mal habidos por corrupción.

Defensa ecológica y reforestación

  • Fuerza ecológica especializada: Crear una unidad policial ambiental con presencia en Beni, capaz de prevenir y sancionar incendios e invasiones ilegales a reservas y tierras fiscales.
  • Ley anticrimen ambiental: Derogar las leyes que permiten el chaqueo, y sancionar con hasta 30 años de cárcel a los autores de incendios intencionales y deforestación ilegal.
  • Reforestación estructural: Plantar 10 millones de árboles por año en coordinación con universidades, pueblos indígenas y ONG ambientales.

III. ACCIÓN: (los primeros 100 días en El Beni)

Lanzamiento del “Plan de Reconstrucción Productiva y Territorial del Beni”, con cinco medidas clave:

En los primeros cien días de gobierno se convocará el Consejo Departamental de Desarrollo del Beni, con sede en Trinidad, como la instancia de planificación estratégica regional. Estará compuesto por representantes del gobierno central, la gobernación, municipios, universidades, cámaras empresariales, pueblos indígenas y organizaciones sociales. Desde esta plataforma se coordinará el inicio inmediato de la construcción del tramo carretero Cochabamba–Beni, con contratos transparentes, supervisión internacional y consulta previa a los pueblos indígenas. Paralelamente, se procederá a la desconcentración institucional del INRA y del SERNAP en el Beni, removiendo interinatos y nombrando nuevas autoridades por méritos y concursos públicos, con planes de gestión digital y transparentes.

Asimismo, se lanzará el programa Emprende Beni, orientado a impulsar mil nuevos emprendimientos juveniles en diez municipios prioritarios, mediante incentivos fiscales, capital semilla y asistencia técnica especializada. Este programa se articulará con el Plan Mamoré de Protección y Reforestación, que activará brigadas ecológicas, operativos forestales permanentes y una campaña de reforestación masiva con una meta inicial de un millón de árboles plantados en el primer año, sentando así las bases de una economía verde amazónica sostenible.

El Beni no puede seguir esperando. Esta vez no habrá promesas vacías: habrá obras, instituciones, y oportunidades concretas para las benianas y los benianos. La justicia territorial comienza aquí, en la Amazonía boliviana.