lunes, 7 de julio de 2025

La Paz

Esta es una referencia que integra lo que expresan programas y visiones de las agrupaciones y partidos de la Alianza UNIDAD, para enriquecer el discurso de candidatos, portavoces y dirigentes. No es un documento oficial.

CENTRO DEL CAMBIO NACIONAL Y SOCIAL

I. CONTEXTO

La Paz, como sede del gobierno y epicentro institucional del Estado boliviano, refleja con nitidez la crisis estructural que aqueja al país. El modelo centralista que ha imperado por décadas ha convertido a la ciudad en un nodo burocrático hipertrofiado, concentrador de decisiones y recursos, pero incapaz de responder con eficacia a las demandas ciudadanas. El Alto, su metrópoli hermana, con más de un millón de habitantes y la mayor ciudad aymara del mundo, sufre una histórica postergación y marginación. Las profundas asimetrías en la distribución de recursos y oportunidades entre estas dos ciudades, que forman un mismo sistema metropolitano, expresan las contradicciones del centralismo autoritario y extractivista que domina Bolivia desde hace 20 años.

El deterioro económico —marcado por la escasez de divisas, el endeudamiento insostenible y el estancamiento productivo— se siente con fuerza en La Paz, donde miles de jóvenes buscan oportunidades que el actual modelo no les ofrece. A ello se suman el colapso de los servicios públicos, el clientelismo en la administración estatal y la sobrecarga institucional en un aparato gubernamental sobredimensionado, pero ineficiente. La necesidad de una transformación profunda del modelo de desarrollo, con más descentralización, innovación y justicia territorial, es hoy una urgencia histórica. La Paz debe dejar de ser símbolo de centralismo y convertirse en vanguardia de un nuevo pacto nacional de progreso, inclusión y transparencia.


PROPUESTA

Transformar La Paz en el nodo de una república digital, eficiente y descentralizada: La propuesta de la Alianza UNIDAD parte de una reingeniería institucional profunda: La Paz será sede del nuevo "Gobierno Digital", mediante la fusión de funciones hoy dispersas en entidades como AGETIC, ATT, ADSIB y ENTEL. Este nueva institucionalidad liderará la digitalización de trámites, la transparencia del gasto público y la modernización de la burocracia, comenzando por la administración pública con sede en la ciudad. La Paz se convertirá en un laboratorio nacional de Gobierno Abierto, con estándares internacionales de rendición de cuentas y eficiencia.

La Paz, Ciudad Sede: merece un estatus especial como ciudad sede, similar al de Washington D.C. o la Ciudad de México, que combinan soberanía política con rol cultural y diplomático. Como capital federal, alberga organismos internacionales, embajadas y misiones diplomáticas, lo que la convierte en epicentro del saber universal. Esta condición sustenta una agenda cultural robusta: museos, foros, centros artísticos y encuentros académicos que atraen talento global y fortalecen la identidad nacional. La Paz, por tanto, debe ser reconocida formalmente como «Distrito Cultural y Diplomático», garantizando protección constitucional y recursos para consolidar su liderazgo en la diplomacia, las artes, la ciencia y el intercambio internacional.

El Alto: autonomía, justicia y revolución educativa: La transformación de El Alto exige una acción afirmativa de desarrollo. Se propone su declaración como “Zona Económica Especial de Innovación Productiva”, con autonomía en la gestión de emprendimientos, educación técnica y políticas públicas adaptadas a su realidad. La Alianza UNIDAD plantea instalar en El Alto centros de formación tecnológica de nivel superior, que incluyan robótica, programación, inteligencia artificial e inglés, como núcleo de una futura economía digital boliviana. El objetivo es que la ciudad sea el “Silicon Valley” de los Andes, con un ecosistema emprendedor sustentado en la juventud.

Descentralización y nuevo pacto fiscal con base en autonomías económicas: Se implementará el modelo de “Autonomías Económicas”: La Paz y sus municipios no solo recibirán transferencias, sino que cogestionarán sus recursos naturales, turísticos y presupuestarios. Esto implica activar Consejos Departamentales de Desarrollo con participación ciudadana y empresarial, y recuperar el espíritu del régimen autonómico. Se iniciará además el debate de un nuevo Pacto Fiscal desde La Paz, que revierta el actual desequilibrio en la asignación de recursos y competencias.

Auditoría institucional y cierre de entidades innecesarias: En coherencia con la política nacional de eficiencia del Estado, se ejecutará desde La Paz una auditoría técnica-financiera a las entidades públicas radicadas en el departamento, muchas de las cuales duplican funciones o actúan como cajas políticas del MAS. Se plantea cerrar varias de estas instituciones e institucionalizar todas las funciones críticas por mérito, no por filiación partidaria. Un caso emblemático es el de Mi Teleférico, cuya deuda millonaria será objeto de revisión, con evaluación de su viabilidad financiera y social.

Reorientar los excedentes nacionales hacia educación, salud y lucha contra la pobreza: La sede de gobierno liderará el rediseño del uso de los excedentes del litio, el gas y los recursos naturales, mediante una ley que asigne esos fondos exclusivamente a la educación y la salud. La Paz será el epicentro de la distribución transparente de estos recursos, que financiarán una red de atención primaria en salud pública en zonas periurbanas en todo el país, así como la conclusión y equipamiento de centros oncológicos departamentales.

III. ACCIÓN (los primeros 100 días)

En los primeros 100 días de gobierno, se instalará en La Paz el Centro Nacional de Gobierno Abierto y Anticorrupción, con una unidad de control digital de gastos públicos, una comisión ciudadana de auditoría institucional y la implementación del expediente electrónico para todos los trámites gubernamentales con sede en la ciudad. Paralelamente, se reducirá en al menos un 20% el gasto corriente de ministerios y entidades públicas radicadas en La Paz, y se aprobará una ley para cerrar entidades inútiles y politizadas. Se presentará un proyecto de ley para la profesionalización meritocrática del servicio público, con concursos abiertos y auditoría externa de los procesos. El Alto será prioridad política. Se lanzará un plan inmediato para crear el primer centro de innovación digital público del país en esa ciudad, con financiamiento inicial de cooperación internacional, capacitación gratuita en programación, software y comercio electrónico.

Se iniciará la reforma del currículo educativo departamental, con enfoque en tecnologías, inglés y emprendimiento. Además, se firmará el primer convenio tripartito entre el Gobierno Central, la Gobernación de La Paz y el Gobierno Municipal de El Alto, para iniciar el diseño de una zona económica especial con incentivos tributarios, fondo de inversión y promoción exportadora. A nivel social, se garantizará la entrega de medicamentos oncológicos y se pondrán en funcionamiento los centros de salud abandonados.